Aprovechamos nuestra estancia para visitar el Louvre, que está a un paseo corto. Lo mejor fue la tranquilidad y la amplitud de nuestra habitación, donde descansamos maravillosamente. disfrutamos de un desayuno encantador en un patio lleno de encanto, que nos hizo sentir como en casa. Definitivamente, es un lugar donde volvería sin dudarlo.

la habitación era amplia, con techos altos y una cama doble súper cómoda. el personal fue increíblemente servicial. el desayuno en el patio era delicioso y lo servían hasta tarde. su ubicación era perfecta, en una calle tranquila cerca de tiendas y galerías.

el internet a veces fallaba.

El hotel tiene un ambiente acogedor y está muy cerca de todo. Disfrutamos del desayuno, que fue impresionante. Un día, mi mamá y yo visitamos la YMCA, un lugar lleno de historia y con mucho que ofrecer. Perfecto para movidas familiares.

A mis hijos les hubiera encantado más actividades para ellos.